Un tiempo para reflexionar en oración al final del año

¿Necesita ayuda para entender la Biblia?

Pida una Biblia de estudio gratuita que le ayudará a entender la Palabra de Dios.

Pídala ahora
página como de calendario con el número 31

En la creación de Dios, el paso del tiempo está marcado por días, meses, estaciones y años. Experimentamos cada intervalo, ya sean veinticuatro horas de un día, treinta días de un mes o varios meses de una estación, sin interrupción.

Pero cuando el año está pronto a terminar, a menudo nos sentimos sorprendidos y nos preguntamos a dónde fueron los días.

Llevamos vidas ocupadas, y puede ser fácil simplemente dejar que el año llegue a su fin sin pensar o sentir mucho. Pero apartar un tiempo especial para la oración personal con el Señor nos ayuda a concluir el año de una manera significativa y prepararnos para el nuevo año.

Tiempo para reflexionar sobre el año

Tomarse un tiempo para reflexionar sobre el año que acabamos de pasar vale la pena. Al considerar las muchas maneras en que el Señor cuidó de nosotros, tanto material como espiritualmente, un sentimiento de gratitud surgirá en nuestros corazones. Nos daremos cuenta de que tanto en nuestras circunstancias difíciles como en ocasiones alegres, el Señor ha estado cuidando de nosotros constantemente.

Un versículo en el Antiguo Testamento describe la fidelidad de Dios hacia nosotros. Lamentaciones 3:22-23 dice:

“Por la benevolencia amorosa de Jehová no hemos sido consumidos, pues no fallan Sus compasiones. Nuevas son cada mañana; grande es Tu fidelidad”. 

Ya sea que fuéramos conscientes de ello o no, cada mañana, las tiernas compasiones de Dios nos encontraron de nuevo. Reflexionar sobre los detalles de nuestro año nos ayuda a ver Su gran fidelidad hacia nosotros, en asuntos grandes y pequeños.

Permitir que el Señor resplandezca sobre nosotros

Apartar tiempo de esta manera también le da al Señor la oportunidad de hablarnos acerca de cualquier pecado no confesado. El pecado siempre interrumpe nuestra comunión con el Señor; es por eso que necesitamos confesar nuestros pecados a Él.

En 1 Juan 1:9, dice:

“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda injusticia”. 

Al confesar nuestros pecados, podemos experimentar el perdón y la limpieza de Dios. A medida que nos abrimos a Su resplandor, el Señor nos hará conscientes de cualquier pecado con el que necesitemos tratar.

No queremos llevar nada que afecte negativamente nuestro caminar con el Señor al próximo año. Tratar con cualquier pecado no resuelto nos permitirá comenzar el nuevo año de una manera positiva.

Ser refrescados en el amor del Señor

A medida que dedicamos tiempo para considerar la benevolencia amorosa del Señor para con nosotros, Sus compasiones y Su fidelidad, seguramente nos daremos cuenta de cuán grande es Su amor para con nosotros. Su amor incluso causó que Él muriera por nosotros para que pudiéramos ser perdonados y lavados de nuestros pecados.

Y darnos cuenta de cuánto Él nos ama enciende nuestro amor por Él a cambio. Entonces, desde nuestros corazones, le decimos espontáneamente: “Señor Jesús, te amo”.

Ofrecer una consagración fresca al Señor

Este tiempo de comunión íntima con el Señor es también cuando podemos ofrecerle una consagración nueva. Con un año nuevo por delante, podemos darle cada aspecto de nosotros mismos y de nuestras vidas a Él. Al consagrarnos al Señor, podemos seguir andando en la senda del Señor, crecer en Su vida y permitir que Dios obre en nosotros.

Podemos consagrarnos al Señor orando algo sencillo como esto:

«Señor Jesús, gracias por todo lo que has hecho por mí. Gracias por Tu fidelidad y Tu amor. Señor, te amo. Me ofrezco a Ti de nuevo. Te doy el nuevo año. Quiero crecer en Ti cada día. Mantenme en Tu camino. Señor, te permito obrar en mí este año”. 

Aprender a contar nuestros días

En el Salmo 90, Moisés habló de la brevedad de la vida humana. En el versículo 12, le preguntó a Dios:

“Enséñanos, pues, a contar nuestros días para que adquiramos un corazón de sabiduría”. 

Que nuestra comunión con el Señor acerca de este último año nos haga darnos cuenta de la preciosidad de cada día. Cada día del nuevo año que tenemos ante nosotros está lleno de oportunidades nuevas para que lo conozcamos, crezcamos en Su vida, lo disfrutemos en Su Palabra y lo experimentemos como Aquel que vive en nosotros.

Oramos que cada uno de nosotros tenga una buena conclusión de este año al pasar tiempo con el Señor, y que en el año nuevo todos podamos comenzar con una consagración fresca al Señor.

Una excelente manera de comenzar el año nuevo es empezar a leer la Biblia consistentemente. Si usted vive en los Estados Unidos, puede pedir una copia gratuita del Nuevo Testamento Versión Recobro aquí.